martes, 29 de diciembre de 2009

¿Es rentable garantizar los derechos laborales?


El último documento de Intermón Oxfam, marcando tendencias, destaca que es posible compaginar la Responsabilidad Social Corporativa y los beneficios. Las empresas textiles españolas pueden garantizar los derechos laborales de los trabajadores, especialmente de las mujeres, en los países en desarrollo y aplicar criterios de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) sin perder competitividad en el mercado.Esa es la conclusión principal del documento Marcando tendencias. Hacia un negocio socialmente responsable, presentado hoy por Intermón Oxfam.

El actual proceso de deslocalización, en el que las empresas tratan de reducir sus costes trasladando parte de su producción a países en desarrollo, no justifica una carrera para ahorrar gastos a costa de aumentar la precariedad laboral. ?Sí que existe un margen de maniobra para desarrollar más la RSC sin por ello perder competitividad?, reconocen fuentes empresariales citadas en el documento.Marcando tendencias. Hacia un negocio socialmente responsable es un nuevo paso en el trabajo que estamos realizando desde Intermón Oxfam en el ámbito de la RSC y la protección de los derechos laborales en el sector textil español y en las empresas subcontratadas en los países en desarrollo.

El informe pide a las empresas textiles que analicen su política de negocio, con la participación de sus grupos de interés, para identificar las prácticas de compras que impiden a sus proveedores aplicar los criterios de RSC. Además de que estos criterios impregnen todas las actividades de la empresa, el documento propone una serie de medidas que pueden facilitar la gestión de las fábricas, y con ello mejorar las condiciones laborales de los trabajadores:· Planificar y anticipar los pedidos, para que los proveedores puedan organizarse y reducir los excesos de horas de trabajo. · Mantener una relación estable con los proveedores, que facilite la planificación del trabajo. · Asegurar unos precios sostenibles que contribuyan al pago de sueldos dignos a los trabajadores.?Algunas empresas nos adelantan pedidos si lo necesitamos para que las cadenas de producción no se paren. Nos dan estabilidad para trabajar todo el año?, afirma un responsable de una cadena de producción citado en el documento.

La investigación ha revelado que el impacto positivo que provoca la buena práctica de una sola empresa se puede perder si se convierte en un caso aislado y otras no siguen sus pasos. Por esta razón, se hace evidente que la Federación Española de Empresas de la Confección, organismo representante del sector, tiene la responsabilidad de formar, incentivar y promover la RSC entre sus empresas.-Sabemos que es posible adoptar prácticas concretas que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores sin perjudicar la competitividad de la empresa.

Para ello, hace falta una actuación conjunta del sector, bajo el liderazgo de las empresas más representativas-, dice Isabel Tamarit, responsable de RSC en Intermón Oxfam y autora del informe.Por supuesto, las empresas subcontratadas deben poner de su parte.
Tienen que transferir el margen de maniobra que les ofrecen las buenas prácticas de sus clientes y transformarlo en mejoras de las condiciones laborales de sus trabajadores ?un salario digno, jornadas razonables y contratos estables?, contribuyendo de esta forma a que ejerzan su derecho a tener una vida digna.El Estado, primer responsable del cumplimiento de este derecho, debe establecer un marco normativo suficiente que asegure que sus empresas respetan la normativa internacional ?incluida la que hace referencia a los derechos laborales? en cualquier lugar en el que operen.
Fuente: Intermón Oxfam

Siete puntos estratégicos para acercar la RSC a las pymes


La responsabilidad social corporativa consiste en la integración voluntaria por parte de las empresas de las preocupaciones económicas, sociales y medioambientales de los diferentes grupos de interés en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con sus interlocutores. Así es como definió ya en 2001 la Comisión Europea este nuevo movimiento empresarial.
Se trata de una definición que comienzan a tener bien asumida en sus negocios las grandes empresas españolas, pero aún queda mucho camino por recorrer para que las empresas más pequeñas, es decir, el 99% de las que componen el tejido empresarial, sepan en qué consiste la RSC y sobre todo para que sepan cómo incorporarla a la gestión de sus negocios.El Club de Excelencia en Sostenibilidad, una asociación compuesta por empresas como ABB, Adif, Cepsa, Endesa, FCC, Iberdrola, Holcim, Telefónica o Vodafone, entre otras, tiene como uno de sus objetivos acercar la realidad de la RSC a las pymes.
Y en este contexto se enmarca la Guía para la implantación de la responsabilidad corporativa en la pyme que, como explica el secretario general de este club, se ha logrado aunando la experiencia de consultoría de PwC con la de las empresas de esta asociación en la gestión de la responsabilidad corporativa. Juan Alfaro afirma que “la responsabilidad es el punto fundamental para que las empresas sean sostenibles”.
La guía se ha diseñado como un plano de metro con siete líneas que representan los siente puntos estratégicos para que una empresa pueda desarrollar las acciones que consideren más viables según su grado de avance en RSC.
1. Empleados. La primera línea se refiere a los empleados, tanto a los actuales como a los potenciales. La guía explica que una plantilla fidelizada es una ventaja competitiva. Para lograrlo se proponen medidas formativas y de desarrollo profesional y se destaca la importancia de potenciar la conciliación de la vida personal y profesional. “Los beneficios más importantes del desarrollo de acciones en esta materia se traducen en un aumento de la productividad, ya que se consigue retener a los profesionales con más talento y mejora el clima laboral”, explica la guía.
2. Clientes. Las pymes, dice la guía, deben desarrollar acciones orientadas a atraer a los clientes potenciales y a fidelizar a los actuales “asesorándoles objetivamente, atendiéndoles y satisfaciendo sus necesidades”. Se destaca la importancia de ofrecer seguridad y calidad de los productos y de los servicios y de asegurar la confidencialidad de los datos de los clientes. Los beneficios derivados de integrar este área de la RSC en su negocio se reflejarán en la fidelización de los clientes.
3. Medio ambiente. Las pymes, como las grandes empresas, provocan un impacto sobre el entorno. Por eso la guía recomienda que, además de cumplir con la legislación actual, fomenten la reducción del consumo y el ahorro en la organización. “Eficiencia ambiental es sinónimo de eficiencia económica, ya que permite hacer un mejor uso de los recursos y por tanto un ahorro de costes”, añade el documento.4. Sociedad civil. Las pymes “contribuyen activamente al desarrollo del territorio en el que operan, ya que crean empleo y riqueza”. La guía recuerda que la percepción de “buen ciudadano” por parte de la comunidad ayudará al desarrollo de nuevas oportunidades de negocio en el futuro ya que mejora su imagen.
5. Proveedores. “Es necesario que las pymes presten atención a las garantías de cumplimiento por parte de los suministradores de principios en materia de derechos humanos, laborales, medioambientales y de lucha contra la corrupción”. Con ello, además de actuar de manera responsable, se minimiza el riesgo reputacional por las relaciones con terceros.
6. Administraciones públicas. La guía recuerda que la adopción de prácticas responsables tiene efectos positivos a la hora de participar en concursos y licitaciones para obras públicas de ayuntamientos y otras administraciones, locales, regionales o nacionales. “De hecho, la Administración está siendo uno de los principales impulsores de prácticas responsables”, recuerda el documento.7. Estrategia. La responsabilidad, “entendida de manera global tiene que estar integrada en toda la cadena de valor y actuar como factor estratégico y herramienta de gestión”, explica la guía para pymes, que asegura que de este modo mejorarán sus resultados “debido a una gestión responsable de la actividad y a una mejora de su relación con los grupos de interés”.
Fuente: Cinco Días

¿Es rentable garantizar los derechos laborales?


El último documento de Intermón Oxfam, marcando tendencias, destaca que es posible compaginar la Responsabilidad Social Corporativa y los beneficios. Las empresas textiles españolas pueden garantizar los derechos laborales de los trabajadores, especialmente de las mujeres, en los países en desarrollo y aplicar criterios de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) sin perder competitividad en el mercado.Esa es la conclusión principal del documento Marcando tendencias. Hacia un negocio socialmente responsable, presentado hoy por Intermón Oxfam.


El actual proceso de deslocalización, en el que las empresas tratan de reducir sus costes trasladando parte de su producción a países en desarrollo, no justifica una carrera para ahorrar gastos a costa de aumentar la precariedad laboral. ?Sí que existe un margen de maniobra para desarrollar más la RSC sin por ello perder competitividad?, reconocen fuentes empresariales citadas en el documento.Marcando tendencias. Hacia un negocio socialmente responsable es un nuevo paso en el trabajo que estamos realizando desde Intermón Oxfam en el ámbito de la RSC y la protección de los derechos laborales en el sector textil español y en las empresas subcontratadas en los países en desarrollo.


El informe pide a las empresas textiles que analicen su política de negocio, con la participación de sus grupos de interés, para identificar las prácticas de compras que impiden a sus proveedores aplicar los criterios de RSC. Además de que estos criterios impregnen todas las actividades de la empresa, el documento propone una serie de medidas que pueden facilitar la gestión de las fábricas, y con ello mejorar las condiciones laborales de los trabajadores:· Planificar y anticipar los pedidos, para que los proveedores puedan organizarse y reducir los excesos de horas de trabajo. · Mantener una relación estable con los proveedores, que facilite la planificación del trabajo. · Asegurar unos precios sostenibles que contribuyan al pago de sueldos dignos a los trabajadores.?Algunas empresas nos adelantan pedidos si lo necesitamos para que las cadenas de producción no se paren. Nos dan estabilidad para trabajar todo el año?, afirma un responsable de una cadena de producción citado en el documento.


La investigación ha revelado que el impacto positivo que provoca la buena práctica de una sola empresa se puede perder si se convierte en un caso aislado y otras no siguen sus pasos. Por esta razón, se hace evidente que la Federación Española de Empresas de la Confección, organismo representante del sector, tiene la responsabilidad de formar, incentivar y promover la RSC entre sus empresas.-Sabemos que es posible adoptar prácticas concretas que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores sin perjudicar la competitividad de la empresa.


Para ello, hace falta una actuación conjunta del sector, bajo el liderazgo de las empresas más representativas-, dice Isabel Tamarit, responsable de RSC en Intermón Oxfam y autora del informe.Por supuesto, las empresas subcontratadas deben poner de su parte. Tienen que transferir el margen de maniobra que les ofrecen las buenas prácticas de sus clientes y transformarlo en mejoras de las condiciones laborales de sus trabajadores ?un salario digno, jornadas razonables y contratos estables?, contribuyendo de esta forma a que ejerzan su derecho a tener una vida digna.El Estado, primer responsable del cumplimiento de este derecho, debe establecer un marco normativo suficiente que asegure que sus empresas respetan la normativa internacional ?incluida la que hace referencia a los derechos laborales? en cualquier lugar en el que operen.

Fuente: Intermón Oxfam